Intelectuales

Escribía recientemente Eduardo Haro Tecglen sobre el error de hablar de autoría intelectual en referencia a los actos de terrorismo o barbarie. Creo recordar que por aquella época coleaba la masacre del colegio caucásico de Beslán. Bueno en realidad el columnista incidía en el uso del calificativo intelectual cuando se habla de tal tipo de actos. Ateniéndonos a la RAE dicho adjetivo hace referencia al entendimiento y, en otra acepción, a quienes cultivan las letras y las ciencias. Por tanto estamos ante un claro uso erróneo del término pese a que dicha utilización se encuentra ampliamente extendida, y han sido precisamente los medios de comunicación quienes se han encargado de fomentarla. Leyendo el periódico, cualquiera que tengamos a mano, podemos encontrar gazapos y errores así como malos usos de la lengua en general y algunos de ellos acabarán siendo utilizados por amplios sectores de la población que toman como atinadas todas las expresiones que provengan de los mass media. Y con ser peligroso lo que ocurre en los diarios escritos, no es sino la punta del iceberg en comparación con lo que ocurre con la radio y la televisión. Pero estos últimos cuentan a su favor que las palabras se las lleva el viento y no quedan reflejadas para la posteridad y a merced de quienes releyendo buscan esos patinazos que pueden poner en evidencia al mejor de los escribanos. Sin embargo unos momentos de atención a los mensajes radiotelevisivos, principalmente en programas en directo, hace que nos llevemos las manos a la cabeza pensando en la capacidad lingüística de aquellos a los que podemos tomar como modelos a la hora de hablar.